Pupi y sus amigos le entregan sus cartas al rey Baltasar. En ausencia de Conchi, Pupi prepara la casa para la venida de tan majestuosos personajes y, debido a los nervios, organiza alguna que otra catástrofe. Pero lo peor está por llegar: un mensaje nocturno le alerta de que uno de los tres Magos está robando los juguetes de los niños.